Al ensamblar un ordenador y necesitar instalar un sistema de refrigeración en el procesador o durante la limpieza del ordenador, cuando se retira el disipador, se requiere aplicar pasta térmica. Aunque la aplicación de pasta térmica es un proceso bastante sencillo, los errores son bastante frecuentes. Estos errores conducen a una insuficiente eficiencia de refrigeración y, a veces, a consecuencias más graves.
En esta guía se explicará cómo aplicar correctamente la pasta térmica, así como se mostrarán los errores más comunes al aplicar la misma. No explicaré cómo quitar el sistema de refrigeración ni cómo volver a instalarlo – espero que ya lo sepan, y aunque no lo hagan, normalmente no es complicado (sin embargo, si tienen alguna duda, y por ejemplo, quitar la tapa trasera de la batería del teléfono no les sale siempre bien – mejor no intentarlo).
¿Qué pasta térmica elegir?
En primer lugar, no recomendaría la pasta térmica КПТ-8, que encontrará casi en cualquier lugar donde se vendan pastas térmicas. Este producto tiene algunas ventajas, por ejemplo, que casi no se «seca», pero hoy en día el mercado puede ofrecer algunas opciones más avanzadas que las que se fabricaban hace 40 años (sí, la pasta térmica КПТ-8 se produce desde entonces).
En el envase de muchas pastas térmicas se puede ver que contienen micro partículas de plata, cerámica o carbono. Esto no es un simple truco de marketing.
Al aplicar y colocar correctamente el radiador, estas partículas pueden mejorar significativamente la conductividad térmica del sistema. El sentido físico de su uso radica en que entre la superficie de la base del radiador y el procesador se encuentra una partícula, por ejemplo, de plata, y no existe un compuesto de pasta térmica, lo que significa que en toda el área de superficie de estas uniones metálicas se ejerce una gran cantidad de presión, lo que favorece una mejor disipación del calor.
De los que existen en el mercado actualmente, recomendaría el Arctic MX-4 (así como otras pastas térmicas Arctic).
1. Limpieza del radiador y el procesador de la antigua pasta térmica
Si ha retirado el sistema de refrigeración del procesador, es imprescindible eliminar los restos de la antigua pasta térmica de todas las superficies donde se encuentre, tanto del propio procesador como de la base del radiador. Para ello, utilice una gasa de algodón o hisopos.
Restos de pasta térmica en el radiador
Es muy beneficioso poder obtener alcohol isopropílico y humedecer la gasa con él para el frotamiento, ya que la limpieza será mucho más eficaz. En este punto, cabe mencionar que las superficies tanto del radiador como del procesador no son lisas, sino que presentan un micro relieve para aumentar la superficie de contacto. Por lo tanto, la eliminación minuciosa de la antigua pasta térmica, para que no quede en las micro grietas, puede ser crucial.
2. Coloque una gota de pasta térmica en el centro de la superficie del procesador
Cantidad correcta e incorrecta de pasta térmica
Es importante destacar que la pasta térmica se debe aplicar únicamente al procesador, no al disipador de calor. De hecho, no es necesario aplicar pasta térmica al disipador. La razón es sencilla: la superficie de contacto del disipador suele ser mayor que la del procesador. Por lo tanto, las partes sobresalientes del disipador con pasta térmica no son necesarias y pueden incluso interferir (incluyendo el cierre de contactos en la placa base si se aplica demasiada pasta).
Resultados de una aplicación incorrecta
3. Utilice una tarjeta de plástico para distribuir la pasta térmica en una capa muy fina por toda la superficie del procesador
Se puede utilizar un pincel que viene incluido con algunos tipos de pasta térmica, guantes de goma o cualquier otro objeto similar. En mi opinión, la forma más sencilla es utilizar una tarjeta de plástico que ya no se utilice. La pasta debe distribuirse de manera uniforme y en una capa muy fina.
En resumen, este es el proceso completo para aplicar la pasta térmica. Queda instalar con cuidado (y preferiblemente en un solo intento) el sistema de refrigeración en su lugar y conectar el ventilador a la fuente de alimentación.
Tan pronto como se encienda el ordenador, es mejor acceder al BIOS y comprobar la temperatura del procesador. En modo de espera, debe estar alrededor de los 40 grados Celsius.
